¡¿En serio hay problemas sicológicos en la iglesia?!

"Siento que debo orar por todas las mujeres que sufran depresión o ansiedad crónica o aquellas que han sufrido traumas que no han podido resolver"- Dijo el predicador en un evento donde habían más de 200 mujeres cristianas. Él no sólo dijo que oraría, sino que les invitó a que se pusieran de pie. 

Todavía no sé que me sorprendió tanto ya que por mi profesión entiendo la gravedad del estado emocional de esta época, pero realmente mi corazón dio un salto al observar que no menos del 30% de mujeres en ese lugar se pusieron de pie. Muchas de ellas mujeres que conozco y que considero gigantes en la fe.

Este hecho no es realmente sorprendente cuando entendemos que la taza de longevidad de los E.U. se ha reducido considerablemente por primera vez en 60 años a causa del suicidio. Los problemas de salud mental y emocional son evidentemente prominentes hoy en dí

Entonces...

¿Podemos hacernos los ciegos a que un porcentaje de personas que van a la iglesia sufren de estas cosas, aunque amen y sigan a Jesús? La respuesta es NO. No podemos hacernos los ciegos a esta realidad. Miremos a esta realidad a la cara y entendamos que sí existe, que es real, que es parte de nuestra época y nación y que está llevando a personas a la muerte.

Con esta valentía, todos aquellos aman a Jesús y conocen no sólo Su sanidad sino también Su amor, recibirán al que sufre sicológicamente con la misma compasión que reciben al que tiene cáncer: orarán sin cesar por su sanidad completa, no le juzgarán de perezoso o poco espiritual, y además dirigirán sus pasos a buscar salud a través de profesionales que puedan ayudarles.

Cuando se trata males físicos, la iglesia nunca ha temido a los doctores y ha dicho que Dios usa a la ciencia para traer restauración física. ¿Por qué entonces tememos usar la ciencia de la sicología también para traer restauración completa al que sufre de su mente y emociones?

Tal vez seas tú o alguien que conoces que está sufriendo hoy. Alguien que tiene miedo de hablar porque piensa que debería sentirse mejor por ser seguidor de Cristo. Permíteme te doy el primer paso a libertad: NO HAY NINGUNA CONDENACIÓN PARA AQUEL QUE ESTÁ EN JESÚS (Romanos 8:1) Y Él está más interesado que tú en mostrarte la salida.

¡Es tiempo de abrir nuestros ojos y pedir ayuda o ayudar bien al que está sufriendo! 

Josué 5: 9  " Luego el Señor  le dijo a Josué: «Hoy he hecho que la vergüenza de su esclavitud en Egipto salga rodando como una piedra»." 

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