Los pensamientos de muerte

Los pensamientos de muerte no siempre dirigen al suicidio.

Sí, los pensamientos de suicidio son aterradores y hay que atenderlos, pero no debes asustarte u obsesionarte por tenerlos. Para la mayoría que los experimentan, la realidad es que no terminarán haciéndose daño.

Lo importante que debes tener en cuenta es que si la frecuencia y/o intensidad de estos pensamientos están incrementando o ya tienes un plan de cómo hacerlo, debes buscar ayuda inmediata.  

Hoy quiero compartir contigo  6 formas importantes de cómo lidiar con pensamientos de suicidio. 

1. Ora: No tengas miedo del diablo mentiroso que viene a decirte que el mundo seria mejor sin ti. Simplemente ponte firme y dile a la cara que Jesús es tu sanador y salvador. Según la Bilbia, él tiene que salir huyendo. Así lo tengas que hacer diariamente, ¡hazlo!
2. Busca Apoyo: No enfrentes esto solo/a. Habla con amigos, familiares o profesionales de la salud mental en quienes confíes.
3. Distrae tu Mente: Enfócate en actividades que te gusten y te mantengan ocupado/a para desviar tus pensamientos negativos.
4. Cambia tu Entorno: Si te sientes abrumado/a en un lugar, cambia de ubicación para romper el ciclo de pensamientos negativos.
5. Utiliza Líneas de Ayuda: Las líneas de ayuda y recursos como la línea de prevención del suicidio pueden brindarte apoyo inmediato. En EU marca el 988.
6. Establece Metas Pequeñas: Establece metas diarias alcanzables para tener un sentido de logro y esperanza en tu camino hacia la sanidad de tu alma. 

No asumas que porque alguien cree en Dios o va a la iglesia, no está luchando con estos pensamientos.

El suicidio es un problema de salud pública que causa más de 700.000 muertes anuales en el mundo y no debemos hacernos ciegos a la realidad que hay personas en nuestras iglesias luchando con estos pensamientos. 

Si tú no lidias con esto, comparte este mensaje de esperanza con alguien que la esté pasando mal en este momento

¿Y qué si hoy pudieras salvar una vida?

"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, 4 quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren." 2 Corintios 1:3-4

Medita y habla con Él:

Dios, en los versículos de hoy puedo ver que Tú eres...

Estoy agradecida por...

Hoy decido confiar en Tí en esto...

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